En pleno centro de Madrid, se encuentra la tienda de Salvador Bachiller, que no sólo es un establecimiento donde se venden carteras, bolsos y maletas, sino que en los pisos superiores aguarda dos sorpresas: el tranquilo Salón de Té y el Jardín Secreto.
Entrando, recto y directo al ascensor. Planta 3.
Se abren las puertas del Salón de Té, un espacio con música tranquila, éxitos como If a were a boy o Bad romance, cantados a guitarra por una voz suave de chica. Las camareras, impecables, vestidas de rojo y con un gorrito que recuerda a las azafatas de viaje.
La carta está en una casita de pájaro que hay que desenrollar para decidir que pedir entre un montón de tés, chocolate caliente, cócteles.. Incluye platos como jamón ibérico o ensalada césar para la hora de comer.
El café viene en una taza azul, que hace recordar a Chip de la Bella y la Bestia. (
Tazas, teteras y posavasos que se pueden comprar, bien online o en la misma tienda). Además de nada menos que cuatro formas diferentes de azúcar: chocolate con canela, blanco, líquido y edulcorante; y una pequeña delicia, una mini muffin o el agujerito de los donuts cubierto de chococate blanco o negro.
Todo acompañado de un pequeño libro «The Treasure Seekers», una cajita hueca donde viene la cuenta, y que me parece buen sitio para llenarlo de anécdotas y momentos en el Salón de Té.
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Pero no nos podemos olvidar del siguiente piso. Ascensor. Planta 4.
El Jardín Secreto, una terraza en el ático, paredes de jardín, cubierta en invierno y abierta en verano, y con parte en la que puedes asomarte a la calle Montera, un balancín y un cenador, hacen que sea un sitio romántico donde los haya, con deliciosos postres para compartir.
Tarta Satcher, todo chocolate.
Tarta de queso con frambuesa.
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